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martes, 21 de agosto de 2012

Prometheus


Dos arqueólogos descubren unas inscripciones en una excavación que parecen indicar la ubicación exacta de un planeta en el cual se encuentra una raza alienígena. Esta, llamada “los ingenieros” parece ser la clave de la creación de la vida humana y por tanto de nuestra existencia. Con el fin de comprobar si la teoría es correcta y resolver estos y otros enigmas en torno al ser humano, la nave “Prometheus” parte hacia el planeta. Lo que la tripulación encontrará, no será exactamente lo que esperaban.

Ridley Scott vuelve al universo que años atrás puso en pie en la imprescindible “Alien”. Esta fue la mezcla perfecta entre sci-fi y terror que marcó el género para siempre, generó secuelas e inumerables imitaciones.

De regreso al género y cuando se anunció el proyecto, la película parecía ser una precuela del más feroz asesino espacial, pero cuando el guionista Damon Lindelof (Perdidos) entró en el proyecto, todo tomó un rumbo diferente.


Lo que encontramos son dos películas en una. Una sería pura sci-fi seria y muy adulta que se plantea cuestiones filosóficas acerca de nuestra existencia, nuestro origen y el porque de nuestras vidas. La otra, una “monster movie” más cercana al inicio de la franquicia del “8º pasajero” que consigue inquietar en algunas ocasiones, pero en otras recurre a lugares comunes que ya hemos visto en otras cintas y resultan rutinarios. Por si fuera poco, el equilibrio entre estas dos pelis, o la suma de ambas, no está bien llevado con lo cual no se le saca partido, ni a las cuestiones planteadas, ni a los “bichos” que vemos en pantalla, quedándose todo en un quiero y no puedo. La película siempre parece que vaya a despegar y a coger ese tono o ese ritmo que necesita para atrapar al espectador, pero salvo escenas aisladas, poco es lo que se queda en la retina del espectador.

El diseño de producción, la dirección y la atmosfera conseguidas, si nos sumerge en ese mundo alienígena. Y son los mayores aciertos de este “extraño” blockbuster, uno de sus puntos a favor. El otro, su reparto, o más bien…parte de el.


Si fuese una competición entre los actores, los ganadores de esta serían Noomi Rapace y Michael Fassbender. La primera encarna a la protagonista de la historia y no nos cuesta ver en ella a un émulo de Ellen Ripley, salvando las distancias. El segundo, nos ofrece todo un recital de interpretación dando vida a un androide mucho más vivo que la mitad del reparto, que se plantea cuestiones y muestra inquietudes más propias de un ser humano.

El resto del reparto con nombres tan famosos como Charlize Theron o Idris Elba hacen lo que pueden con unos papeles no tan jugosos y aprovechan sus minutos en pantalla para intentar lucirse.

Una vez vista la película, pienso que cualquier proyecto con mucho “hype” acaba condenado por este mismo. “Prometheus” es una floja cinta de sci-fi con “ADN Alien” (que decía Ridley Scott) en la que salvo los protagonistas y las hipnóticas imágenes que nos brinda el director, poco más podemos destacar. Un continuo ir y venir de personajes desdibujados puestos ahí para ir muriendo y hacer que el relato avance a trompicones hasta un desenlace previsible que sabe más bien a poco.

Mejor volver la vista atrás y recuperar la saga de la que bebe esta cinta. Si os acercais a esta “Prometheus” hacedlo por curiosidad y con las expectativas bajas, tal vez así no os decepcione.

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