En el futuro, Megacity es el único vestigio que queda de lo
que una vez fueron los EE.UU. Una enorme ciudad que se alza entre un paisaje
desolado y lleno de residuos radiactivos. En semejante urbe, solo existe una
fuerza que mantiene el orden, los jueces.
Pero ese orden está siendo alterado por “Ma-Ma” y su droga “slo-mo” desde uno de los
mega-edificios. Pretende hacerse con el poder de la ciudad y que reine el caos;
hasta que el juez Dredd y una nueva agente, irrumpan en sus dominios.
Segunda adaptación a la gran pantalla de un cómic inglés
violento y adulto, que “gozó” de otra traslación en la piel de Stallone.
Desconozco las páginas de las que salió este juez, pero la peli de Sylvester no
se encontraba entre lo más memorable de su filmografía. Si a mi no me pareció
buena, los fans conocedores del original (guionizado por un americano y
dibujado por un español) se tiraron de los pelos al ver como el protagonista de
“Rocky” tomaba el nombre de su personaje favorito para saltarse por encima
mucho de lo que había en sus paginas y entregar un producto diseñado para su
mero lucimiento, cometiendo entre otros “pecados” el pasarse casi todo la peli
sin su emblemático casco.
Pasan los años y ese guardián de la ley vuelve a gozar de
una segunda oportunidad para tener una película que le haga justicia (jeje), y
haga olvidar aquella “cosa” de Sly . Aquí los encargados de dicha labor son Pete
Travis (dirección) y Alex Garland (guión). Ambos ingleses, al igual que el
cómic que adaptan, y ambos con una trayectoria no muy extensa pero si exitosa,
sobretodo en el caso del segundo, pues es el guionista de “28 dias después” y
“Sunshine”, ambas de Danny Boyle.
Con un ajustado presupuesto que dota de mayor libertad
creativa, pero menos medios para plasmar esa visión en pantalla (que
contradictorio suena, pero las cosas son así). Los cocineros de esta versión se
las apañan (y muy bien) para hacernos tangible ese mundo futuro,
postapocaliptico, casi anárquico, en el
que Dredd y el resto de los jueces son responsables de nuestra seguridad y de
mantener a raya el crimen. Si bien estamos ante una cinta que se desarrolla en
su mayoría en los estrechos pasillos del edificio donde “reina” Ma-Ma, el
comienzo de esta nos muestra a Dredd en acción, primero en una persecución en
moto y luego en un centro comercial que cumple dos funciones, mostrarnos esa
enorme ciudad “podrida” y presentarnos a la figura de la ley. Impasible,
incansable, sin piedad, integro y de una sola pieza.
Una vez ya conocemos al juez y su mundo, el escenario se
reduce a ese edificio/dominio de la “mala” de la función (lo cual supone una
acertada decisión para poder contar la historia y ajustarla al presupuesto). El
“peach trees” se convierte en otro personaje, testigo silencioso de las
barbaridades que la ”dueña” del lugar es capaz de ordenar y perpetrar.
Encerrados junto a Dredd y su alumna, asistiremos a mil y un tiroteos en los
que cualquiera presa del pánico y la necesidad es capaz de empuñar un arma para
dar caza al juez, no sin perecer en el intento.
La violencia en esta película no es nada suave ni esquiva.
Por nuestros ojos pasarán numerosos impactos de bala que acribillarán y
destrozarán a cuanto se ponga en el camino de Dredd. Son imágenes crudas y que
duelen, en ocasiones de una extraña “belleza” como cuando entra en juego la “slo-mo”,
la droga que vende “Ma-Ma” cuyo efecto en quien la toma es percibir la realidad
extremadamente lenta. Este recurso tanto argumental como estilístico, será
usado con inteligencia durante el metraje y no como simple efecto “molón”.
En cuanto al reparto, al frente tenemos a Karl Urban, un
rostro conocido, pero no famoso. Visto en grandes producciones como “El señor
de los anillos”, “Star Trek” o “El mito de Bourne”, encarna al mítico juez
protagonista sin abandonar el semblante serio y pétreo, ni quitarse el casco
que adorna su inconfundible figura. Junto a el tenemos a Olivia Thirlby en la piel de una juez novata
que vivirá su primer día de evaluación. Ella nos servirá como catalizador de
las emociones que viviremos en ese infierno con forma de edificio, ya que Dredd
apenas mostrará debilidad, duda o cualquier atisbo casi de humanidad,
ejecutando la ley como una maquina de matar. Completando el trio protagonista
tenemos a Lena Headey, muy popular ahora por su papel en “Juego de Tronos” que da vida a la pérfida y sin escrúpulos
“Ma-Ma”, casi el reverso tenebroso del juez, ya que no dará su brazo a torcer
con tal de llevar a cabo su plan.
En cuanto al resto, esta producción de 45 millones, luce mejor
que muchísimos blockbusters en todos los sentidos. Tanto el diseño de producción
como los fx son todos de primer nivel, nada sobra ni falta y están totalmente
al servicio de la historia. Un diez en ese sentido. Si tengo que ponerle alguna
pega a esta película…sería la falta de alguna secuencia de acción memorable
(todo y estar bien filmadas) y también algún enfrentamiento más físico.
Un entretenimiento de primer orden, adulto y nada amable que
nos entrega un personaje duro, alejado del modelo del héroe contemporáneo que
nos hará pasar un buen rato.
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