Ash ha pasado un fin de semana inolvidable en una cabaña en
el campo, cuyas consecuencias le han llevado a verse transportado a la Edad Media.
Atrapado en el medievo, tendrá que sortear miles de peligros diferentes para
regresar a su época, incluidos recuperar el Necronomicón y enfrentarse a “El ejercito de las tinieblas”.
Tercera entrega de la saga iniciada en 1982 por “Posesión
Infernal” (Evil Dead), que concluye en esta película cuyo género vuelve a
cambiar. Si en la primera cinta teníamos terror y en la segunda comedia negra,
aquí estamos claramente ante una historia de aventuras cuyo argumento se
inspira en el libro de Mark Twain “Un yanqui en la corte del rey Arturo”.
Nuestro protagonista perdido en una época que no es la suya
aportará sus conocimientos de nuestro siglo a la lucha contra las fuerzas del
mal metiéndose en mil y un enredos contra criaturas inimaginables, pues tras la
fachada de héroe ejemplar, se esconde un cobarde egoísta y torpe que solo desea
regresar a nuestro mundo.
Bruce Campbell encarna por tercera ocasión a Ashley “Ash”
Williams convertido ya en un icono del cine fantástico con su recortada y su
motosierra, haciendo gala otra vez de sus dotes para la comedia física. El
disparatado argumento les sirve a el y a Raimi para poner al antihéroe en
constante peligro, un peligro en forma de monstruos alados, libros malditos y
un ejercito de esqueletos revividos con ansias de venganza.
En un principio, el ejercito de muertos iba a estar formado
por “zombies” que volvían a la vida,
pero las exigencias del productor Dino De Laurentiis (que pretendía hacer una película
un poco más para todos los públicos) hizo cambiar a los integrantes de las
fuerzas del mal por esqueletos andantes. Con este cambio tenemos por una parte un
homenaje a Ray Harryhausen (mago de los efectos stop motion), sobretodo a una
escena de la memorable “Jason y los argonautas”, y por otra una cinta menos
gore (la menos violenta de las tres).
Todo y lo suave (en cuanto a gore) de la cinta, el recital
de FX vuelve a ser todo un festín a cargo de la KNB Efx. Ese ejercito animado
en “stop-motion” y ese diseño de personajes, son de lo que no se olvida fácilmente.
No fue el único cambio exigido a Raimi para llevar a cabo la
conclusión de su trilogía pues, existen dos finales diferentes de esta cinta,
finales que no desvelaré para que quien no haya visto la película tenga la
posibilidad de sorprenderse (los finales pueden verse en la edición española
del dvd/blu ray y seguro que se puede encontrar en YOUTUBE).
En cuanto a la dirección Raimi se encuentra en su salsa
mezclando géneros y abordándolos desde la comedia, manejando la cámara con
sobrada y comprobada solvencia, regalándonos múltiples planos y escenas que harán
las delicias de todo aficionado al cine fantástico en general y a los clásicos en
particular. El cine de espada y brujería y el fantástico de tiempos pasados se
dan la mano en esta cinta cuyo amor por el cine y la complicidad con el frikie
son palpables en cada fotograma.
Mención especial para la B.S.O. a cargo de Joseph Lo Duca (el compositor habitual de la saga), que aquí se luce y nos regala una banda sonora mágica, épica y totalmente disfrutable fuera de la pelicula. Atención al tema principal compuesto por el compositor predilecto de Tim Burton, Danny Elfman.
Un cierre de saga muy divertido e imaginativo que te deja
con ganas de más. Una tercera entrega que algunos colocan por debajo de las
anteriores, pero que funciona perfectamente como película de aventuras. Debido
a su particular inicio (a modo de resumen) se puede visionar totalmente
separada del resto de la saga, así que los estómagos más sensibles se pueden
acercar a la saga de Raimi sin miedo a que se le revuelvan las tripas.
Veremos que da de si la anunciada reimaginación de “Evil
Dead” con producción de Raimi y Campbell, en lugar de la ansiada cuarta entrega
protagonizada por Ash y reclamada año tras año por los fans de la trilogía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario