Cinco amigos planean pasar un tranquilo fin de semana en una
cabaña en medio del bosque. Todo parece indicar que la escapada trancurrirá
entre risas y alegría hasta que encuentran un extraño libro, una daga y un
magnetofón. Movidos por la curiosidad, conectarán el aparato en el cual hay
grabado un pasaje del libro que despertará a los demonios del bosque, entes de
otra dimensión que poseerán y aniquilarán a los miembros del grupo. Una noche
infernal en la que deberán luchar por sus almas.
Sam Raimi, Bruce Campbell y Robert Tapert, tres amigos de la
Universidad que querían filmar una película de terror, rodaron un corto
titulado “Within the Woods” como botón de muestra para captar productores para
su film. Una vez consiguieron una modesta suma, partieron con el fin de darle
forma a lo expuesto en el cortometraje, ampliándolo y dotándolo de entidad propia.
Raimi se ocuparía de la dirección, Campbell del papel protagonista y Tapert
llevaría tareas de producción. Tras muchos esfuerzos y penurias, entre los que
se encuentran el quedarse sin dinero; consiguieron terminar su opera prima.
Para curiosos o completistas aqui está el corto en dos partes
(aunque la imagen no tenga muy buena calidad)
La película titulada
en un principio “El libro de los muertos” era una mezcla de slasher y terror
sobrenatural con una historia muy sencilla, pero dotada de un montaje a prueba
de marcapasos y un manejo de la cámara muy virtuoso e imaginativo. Tras
pasearse por múltiples festivales de cine sin hacer demasiado ruido, a pesar de
la buena acogida, una frase supuso el verdadero pistoletazo de salida para la
cinta. “La película de horror más feroz y original del año”, eso dijo Stephen King
tras un pase en un festival, y de ahí para arriba. Su titulo cambió de “El
libro de los muertos” por “Evil Dead” (“Posesión infernal” en España) y tuvo
una recepción moderada en las salas comerciales. Donde supuso un gran éxito fue
en el emergente mercado del VHS. En los videoclubs fue una de las cintas más
alquiladas y el “boca-oreja” fue poco a poco haciendo crecer la película y dotándola
de fama, hasta hoy que goza de un status de culto, generando secuelas, videojuegos, merchandising y hasta un musical..
Si bien, “Posesión infernal” no inventó ningún genero, si
que supuso un golpe de aire fresco en la reformulación del terror moderno. El
esquema clásico de grupo sitiado en una casa que a la vez es refugio y trampa
es presentado aquí en una constante montaña rusa “malrollista” con una
atmosfera asfixiante que se va enturbiando cada vez más condensando ese
ambiente sobrenatural en pequeños e inquietantes detalles que sirven a modo de
aviso (un balancín que deja de moverse, el péndulo del reloj, una “escritura automática”).
Pequeños y sencillos elementos que nos van situando en el marco en el que se
desarrollará esa escapada que desde el principio no es lo tranquila que el
grupo quisiera.
Ese grupo formado por cinco actores totalmente desconocidos
y con poca experiencia hasta entonces, cumplen con su cometido dando vida a los
sufridos protagonistas de la cinta. Sus interpretaciones son sencillas, pero es
que sus papeles tampoco les exige un abanico demasiado amplio de registros. El
que cuenta con mayor peso en la trama y experimenta mayor cambio a lo largo del
metraje es Bruce Campbell, actor que hoy dia tiene un lugar en el corazón del
fandom de serie B y cuyo nombre va ligado para siempre a la saga.
La dirección a cargo de Raimi, como ya he dicho nerviosa y e
imaginativa, supuso el mayor toque diferenciador de la cinta con otras de temática
similar. Y es que, de no ser por el virtuosismo del bueno de Sam, esta historia
en otras manos, no habría pasado de mediocre…
En cuanto a los fx, todos son artesanales y muy efectistas.
Algunos muy bien resueltos y otros de factura un poco pobre, pero no se puede
olvidar que estamos ante una cinta de bajo presupuesto que sale airosa cuando
tiene que presentar unas muertes muy grotescas y sanguinolentas, llenas de
truculencias que seguro que el espectador de la época no olvidará.
Para el recuerdo quedan elementos icónicos como la trampilla
del sótano, el necronomicón, la perspectiva subjetiva de los demonios entre el
bosque o esa motosierra que se convertiría en el arma predilecta del género.
Una de mis cintas favoritas que no me canso de ver. Una
historia de horror bañada por un humor negrísimo que cuenta con un culto más
que justificado en la historia del cine de terror. Recomendable 100%.
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