Tony Stark nunca ha sido el mismo desde lo ocurrido en Nueva
York. Tras una misión en la que Los Vengadores recuperan el cetro de Loki y con
la ayuda de Bruce Banner, encontrará en la gema que encierra el poderoso
bastón, la piedra que le falta para poder completar el proyecto de inteligencia
artificial, Ultrón. Ahora, esa IA diseñada para proteger a la tierra de
posibles amenazas, cobra conciencia propia, y decide que la salvación del
planeta pasa por, la extinción de la humanidad, convirtiéndose así en un
terrible y mortal enemigo a batir.
Secuela del exitazo de Marvel Studios que culminara un
proyecto insólito y ahora modelo a seguir por otros estudios como es el
universo compartido. Buena culpa de ello fue de un hombre al que antes la
industria del cine le había dado la espalda, pero que había sido generador de
series de tv de culto – Firefly, Buffy cazavampiros- y gran conocedor del
mundo de los cómics – llegando incluso a ser guionista de Astonishing X-Men para Marvel- llamado Joss Whedon.
Tres años después de aquella proeza en la que era capaz de
entregarnos una película espectacular con un reparto de primer nivel y una
historia coral en la que todos los miembros del supergrupo tenían su momento de
lucidez, nos trae la segunda parte. Y ha vuelto a conseguir entregarnos un
nuevo ejercicio de cine espectáculo de altura. Aunque en esta ocasión no lo ha
tenido tan fácil como en la anterior cinta. Por un lado, repite el esquema de
la anterior con la consiguiente pérdida de frescura, y por otro tras el estreno
se están conociendo una serie de tiranteces que el director y guionista ha
tenido con el estudio y con su máximo directivo Kevin Fiege, y que tal vez han lastrado un poco el resultado final.
Esa mencionada pérdida de frescura, es algo totalmente inevitable
tratándose de una secuela. El ritmo de esta es un tanto desigual, bajando
revoluciones en su parte central, además de que hay tramas o escenas que se
quedan como a medio explicar y que da la sensación de que parte del metraje se
haya quedado en la sala de montaje.
Con todo, la dirección de la película resulta modélica, abre
con una escena de acción muy dinámica en la que todos los personajes
interactúan y el tramo final del film es de los que quita el hipo, repitiendo
ese plano secuencia circular que ya tuviéramos en la primera entrega, para de
esta manera autoreferenciarse y al mismo tiempo mejorar los puntos fuertes de
la anterior producción.
No puedo olvidarme del tan publicitado enfrentamiento entre
Hulk y la armadura Hulkbuster. Secuencia esta larguísima y todo un prodigio
otra vez más de ILM – la compañía de fx CGI de George Lucas- pero de resultado
un tanto desigual, ya que tiende a abusar de algunos primeros planos que
confunden un poco y emborronan tan emocionante segmento.
En cuanto a los actores, repite todo el reparto de la
primera entrega, aunque el guión se ha preocupado de dotarles a todos de
dilemas más oscuros con los que poder ofrecer más matices a sus personajes y
que no todo sean sonrisas y desenfado, a pesar de que siguen habiendo frases y
chistes a modo de “oneliners”. El personaje que aparecía más desdibujado en la
anterior cinta, Ojo de Halcón (Jeremy
Renner), tiene aquí más margen de maniobra al brindarle el guión un
transfondo y una razón más por la que luchar. Añadamos también esa historia de
amor imposible entre dos personajes turbios –cada uno por diferentes motivos-
como son Viuda Negra (Scarlett Johansson) y Hulk (Mark
Ruffalo) quienes apenas con unos gestos nos brindan algunos de los momentos
más emotivos e íntimos del film.
Pero sin duda hay que destacar entre el elenco a las tres
nuevas incorporaciones: Quicksilver (Aaron
Taylor-Johnson), Bruja escarlata (Elizabeth
Olsen) y La Visión (Paul Bettany).
Los dos primeros encarnan a dos hermanos con poderes, siendo la actriz la que
sale mejor parada, ya que el “velocista” acaba un poco desdibujado –quien sabe
si entre los extras del blu ray encontraremos más escenas que doten de algo más
de profundidad al personaje- y en cuanto al tercero, su presencia se convierte
en una de las más estimulantes de toda la cinta, tanto por lo magnética que
resulta su imagen como por lo bien adaptado que está a la gran pantalla, dejándole
a uno con ganas de más.
Para el score, parece que a diferencia de lo que venía
pasando con los primeros títulos Marvel, donde cada película tenía un
compositor diferente, repite Brian Tyler,
con lo cual se busca dar una coherencia también en lo sonoro a todo este
universo compartido, aunque esta BSO no se presenta como la más acertada que ha
compuesto para “la casa de las ideas”. Junto con este, encontramos a Danny Elfman que ha compuesto algunos
temas adicionales y hecho un arreglo del tema principal que compusiera Alan Silvestri para la primera entrega,
y que han tenido el acierto de mantener.
Espectáculo con sello Marvel de primer orden, como nos
tienen acostumbrados que por poco no brilla con la misma intensidad que la
primera entrega. Despedida del director de la casa que ha ayudado a levantar, y
puente entre lo conocido y lo que está por venir en el MCU (o universo Marvel
cinematográfico). Todo eso es Los
Vengadores: La era de Ultrón, uno de los blockbusters sin duda de este
2015.