Llega un nuevo doctor a un hospital psiquiatrico en el cual hay una planta donde están los pacientes más peligrosos. Estos creen que el nuevo doctor ha conseguido el puesto tras asesinar al anterior doctor. Tras un apagón electrico en toda la ciudad, cuatro de esos pacientes aprovechan para fugarse y emprenden el camino a casa del nuevo doctor con el fin de asesinar a este y a su familia.
Estamos ante un "slasher" cuanto menos curioso. Lo normal en el subgénero suele ser tener un solo asesino que aceche a sus victimas, pero aquí sin embargo, tenemos cuatro psicopatas que se ocultan en la oscuridad para acabar con la vida de la indefensa familia protagonista.
El equipo que se encuentra tras esta pelicula no es cualquiera. El director es Jack Sholder, firmante de "Pesadilla en Elm Street 2", "Hidden" o "Wishmaster 2". En cuanto al reparto, el protagonista es Dwight Schultz, que tal vez así no suene a nadie, pero ¿si digo Murdoch del "Equipo A"? la cosa cambia. Acompañandolo se encuentran tres veteranos del cine como son: Donald Pleasence en el papel de director del psiquiatrico, Jack Palance y Martin Landau como dos de los dementes que asolarán la casa del doctor.
La pelicula no es que sea un prodigio pero sabe jugar bien sus cartas haciendo uso de cada uno de los elementos de los que dispone (sobretodo en lo que se refiere a los actores) y explorando ese terror psicologico del que parecen desprovistas las producciones actuales. El asedio a la casa puede recordar a "La noche de los muertos vivientes" o "Asalto al distrito 13" pues aún sin verlos en cada momento, la presencia de los asesinos se nota alrededor de la casa. Es quizás esta amenaza invisible pero palpable de los dementes lo mejor de la función.
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